Una instalación deteriorada, anticuada o fuera de norma, puede ser un gran riesgo de incendio o electrocución, por ello, el diagnóstico y la actualización de la instalación eléctrica de la vivienda no deben verse como un gasto sino como una inversión que nos proporcionará beneficios como:
-
Reducción de riesgo de accidentes por causas eléctricas
-
Disminución del costo del mantenimiento
-
Optimización del consumo de energía eléctrica
-
Adecuación de la instalación a la norma vigente
-
Incremento del valor de la propiedad